Sabemos que os encanta viajar, pero si algo más característico que visitar maravillosos lugares es disfrutar de la deliciosa gastronomía de algunas ciudades y países que hacen que recordemos estos enclaves por su característico sabor. Hoy te traemos estas apasionantes ciudades que seguramente conocerás y si no has tenido el placer de visitarlas aún te presentamos sus platos más típicos para que vayas a tiro hecho y te traigas un hermoso recuerdo en tu paladar, ¿preparado para la degustación?
Sopa de cebolla, París
La cebolla era una especialidad de los hortelanos del norte de París y de ahí que se convirtiera en una tradición en la capital francesa. Lo más característico de este plato son las cebollas doradas con mantequilla. Se cree que esta preparación tuvo su origen en la época de los reyes Luis XIV o XV. Al inicio era una sopa de pueblo, ya que en aquella época el cultivo de cebolla era sencillo y de muy bajo costo.
Esta sopa era un plato familiar en Francia que se hizo famoso gracias a una casualidad. Según parece fue Estanislao Leczinski, rey polaco suegro de Luis XV de Francia, buen gastrónomo y personaje bonachón, el que descubrió esta sopa tradicional cuando hizo parada en una fonda de Chalons, cuando iba camino de Versalles para visitar a su hija.
La receta es facilísima y os la detallamos a continuación por si te atreves a elaborar este típico plato parisino.
- Derretimos un poco de mantequilla en una sartén.
- Picamos la cebolla y dejamos dorar con la mantequilla durante 30 minutos aproximadamente.
- Añadimos caldo de pollo y mezclamos bien durante 15 minutos.
- Por otro lado, rallamos queso al gusto, alguno típico francés como el Emmental será perfecto.
- Lo añadimos a nuestra sopa.
- Tostamos dos rebanadas de pan y las añadimos también a nuestra sopa y después rallamos más queso sobre estas rebanadas.
Y ya tenemos nuestra tradicional sopa de cebolla parisina. Pero como siempre os recomendamos probarla in situ, así que aquí tienes uno de los muchos circuitos de Europamundo para disfrutar de París y degustarla en el restaurante que desees –click AQUÍ–
Escalope Vienés, Viena
Seguro que lo habéis probado alguna vez, el típico escalope rebozado, pero ¿sabías que es el plato más típico de la capital austriaca? Aunque realmente tuvo su origen en Milán gracias al comandante Joseph Radetzky que lo intrujo en Austria por pura casualidad mientras redactaba un informe sobre la situación en Milán, el escalope rebozado se ha convertido en el plato más típico de esta ciudad, ¿quieres conocer la receta de este sabroso plato? Atento:
- Cortamos los escalopes y los aplastamos bien haciendo unas pequeñas incisiones en los bordes.
- Sazonamos con sal.
- Los pasamos por la harina, el huevo batido y el pan rallado (en este orden).
- Y atento porque aquí está el truco para que tus escalopes vieneses queden sabrosos y crujientes: debes calentar abundante aceite a 180 grados y una vez a esta temperatura freír los escalopes dorándolos por ambos lados.
- La guarnición te la dejamos al gusto, pero unas patatas al horno sirven de perfecto acompañante para este sabroso plato.
Pero si lo tuyo es probar esta deliciosa recete in situ, te recomendamos este tour con parada en Viena, ¡qué rico! – click AQUÍ-
Cocido madrileño, Madrid
El cocido es a Madrid es lo que la pasta a Italia o la paella a Valencia. Este tradicional plato resulta perfecto para los días fríos de invierno. La historia de este plato es bastante curiosa ya que tiene un origen judío. Los judíos tienen, como sabemos, el día descanso en sábado, llamado shabat, y una de las actividades que tienen prohibidas durante ese día es la de cocinar. Como el cocido era un plato de lenta cocción comenzaban a hacerlo en la tarde del viernes para dejarlo en el fuego durante la noche y poder servirlo al día siguiente. Pero no te preocupes, desde que se inventaron las ollas express ya no hace falta que esperes todo un día para preparar este delicioso plato, ¿quieres saber cómo hacerlo?
El cocido madrileño consta de 3 partes o vuelcos como llaman los expertos : la sopa de cocido, los garbanzos y la carne.
- La noche de la víspera pon los garbanzos a remojo en agua templada con dos cucharadas soperas de sal.
- En una olla grande con agua coloca la carne, los huesos de jamón y de caña (atados de dos en dos con una cuerda fina para que no se salga el tuétano) y el tocino. Cuando empiece a hervir retiramos la espuma resultante y metemos los garbanzos escurridos. Bajamos a fuego muy lento para que se cuecan los garbanzos.
- Una hora después añadimos el chorizo y la morcilla fritas previamente y retiramos la espuma.
- Dejamos cocer a fuego lento durante una hora más.
- Añadimos la zanahoria y las patatas y dejamos cocer otra hora.
- Cuando ya haya terminado de cocer nuestro cocido, separamos el caldo necesario para hacer la sopa de fideos.
Y ya está, solo tenemos que separar los ingredientes y presentar el plato en 3 vuelcos, los garbanzos, la sopa y la carne por separado y tendremos nuestro riquísimo cocido madrileño. Pero si no te apetece cocinar y eres más de los que prefieren ir a mesa servida y degustarlo en su lugar predilecto, mira este fantástico tour: –click AQUÍ-
Borscht, moscu
Llegamos a Moscú, ¡y nos morimos de frio! ¿y qué es lo mejor para entrar en calor cuando estamos bajo cero? Sí, una deliciosa sopa y en esto los rusos son especialistas y más concretamente en Moscú donde esta sopa con ese color rojo tan característico es una tradición desde hace siglos. ¿quieres saber cómo prepararla para sentirte como en las frias tierras rusas? Atención
- Cocemos las patatas y el apio en una olla grande
- Calentamos aceite de oliva en una sartén y echamos cebolla picada , cuando se haya ablandado la cebolla echamos el pimiento la remolacha y la zanahoria , tras unos minutos añadimos el tomate y el aceite balsámico
- Sofreir unos minutos más
- Cuando la patata esté blanda añadir el sofrito junto con el repollo y dejar cocer.
- Cuando la sopa esté casi lista, echar ajo picado, pimienta negra y perejil
- Agregar daditos de jamón cocido.
Y listo ya tienes tu sopa moscovita! Y si lo que quieres es disfrutarla en las frias tierras rusas, atento a este circuito: -click AQUÍ-
Mousakka, Atenas
Grecia es un lugar con mucha historia detrás y no solo por los acontecimientos ocurridos, sino también por su gastronomía.
La historia exacta del origen de este plato se desconoce, aunque se cree que la musakka se basaba en una antigua receta que se preparaba hace siglos, hacia el año 1200. Era un plato muy similar llamado maghmuma y, aunque lo cocinaban los griegos, no incluía berenjena, hasta que ésta fue introducida en su cultura por los árabes.
Seguramente todos conocéis el tradicional yogur griego pero la receta que os presentamos a continuación superará todas tus expectativas sobre la cocina griega, en especial la ateniense. A continuación te enseñamos a preparar mousakka, una especie de lasaña pero con un toque especial:
- Cortamos las berenjenas y las deshidratamos lo más posible y tras salarlas, las freímos.
- Por otra parte picamos cebolla y zanahora y las pochamos en la sartén con aceite de oliva
- Cuando estén pochas añadimos tomate picado y dejamos cocinar otro rato más
- Freimos la carne picada en una sarten, añadimos salsa de tomate, hortalizas, un poco de vino y el caldo dejando que cueca durante unos 10 minutos hasta que el liquido desaparezca .
- Lo mezclamos con nuestro sofrito
- Hacemos una bechamel
- Freimos unas patatas en rodajas
Y ya está ya podemos comenzar a montar nuestro mousakka: la primera capa con las patatas, la segunda con las berenjenas, después nuestro sofrito y finalmente la bechamel . Después todo al horno durante 20 minutos a 160 grados y después 3 minutos a 220 grados para gratinar.
Pero sabemos que no hay nada como probarlo en el lugar donde se inventó, así que te proponemos este circuito con parada en Atenas para que desgustes un riquísimo Mousakka – click AQUÍ-
¿Qué te han parecido estas deliciosas recetas de estos típicos platos? ¿Los has probado o has tenido la oportunidad de hacerlo en sus ciudades de origen? Los lugares que visitamos son un regalo para la vista pero sin duda estos manajares son otro regalo pero al paladara. Ya sabes que para viajar es importante tener alerta los cinco sentidos y hoy hemos querido que practiquéis el del gusto.