Tiempo de intolerancia, tiempos de desconfianza, épocas de distancias crecientes, la violencia –sea la que sea- nunca puede traer la paz.

Víctimas, casi todos víctimas, víctimas de tanta distancia, víctimas de tantas semillas de odio sembradas, víctimas de tantas malas hierbas que sembraron unos, regaron otros y cubrieron casi todos nuestros jardines.

Culpables todos, culpables cada día que efectuamos un acto con maldad, cada vez que anida mezquindad en nuestro corazón, en cada momento en sentimos intolerancia por otra persona, cada día que no los escuchamos, cada día que no tratamos de respetar su mundo y cultura, cada vez que no entendemos que la mayor belleza de nuestro planeta, su mayor tesoro, es la diversidad.

Como no sentir empatía y tristeza por las victimas de cualquier acto de violencia… pero como no sentirla también por los millones de Sirios vagando sin rumbo. Como no sentirse próximo de tantos cientos de millones de musulmanes, en su inmensa mayoría personas moderadas, de almas hermosas, que solo desean ser un poquito felices, vivir su día a día con su familia, con sus seres queridos, con sus actividades diarias –como cada ser humano en el mundo-, probablemente su deseo es que “les dejen en paz”, los unos y los otros.

Millones de musulmanes con miedo a los fanáticos, lejos de los unos y de los otros sintiéndose tachados, culpados, observados con desconfianza por practicar una religión que viene del mismo libro común que la de sus supuestos “enemigos” Cristianos y judíos.

Hoy quiero compartir una de mis músicas favoritas… compuesta, creada, tocada , por musulmanes… escuchando la música, ¿alguien puede pensar que sus almas no están cargadas de belleza?… observa sus actos, valora sus creaciones antes de juzgarlos… lamentablemente las “verdades” impuestas por los mas fanáticos, no nos permiten ver a esa inmensa mayoría de seres humanos que sufren sus imposiciones, acá o allá, allá o acá.-

Escucha la música, observa las imágenes, sentirás que próxima se encuentra tu alma a la de los creadores de esta nostálgica melodía… musulmanes o cristianos, negros o blancos, bajos o altos, … las emociones no tienen fronteras ni religiones!