Demasiadas veces olvidamos que hay cosas muy sencillas que podemos y debemos dar cada día.

Como viajero, cientos de veces las primeras palabras que he escuchado al comenzar la jornada son “dígame su número de habitación!”… pregunta realizada de forma imperativa por un ser humano, que olvido la sonrisa, cuando fue a tomar el desayuno…Estamos acostumbrados a vivir esa experiencia, no le damos importancia, sentimos que es normal… ¿es normal?… no hubiera sido mas correcto escuchar “Buenos días, por favor  ¿podría decirme su número de habitación?”.

Bien sabéis todos los que viajáis, que en ocasiones anidan en nuestra alma, cuando estamos fuera, sentimientos de ausencias, nostalgias, ciertas soledades…¿No es mas agradable que la primera palabra que escuchemos sea “Buenos días”? ¿No nos genera más positivismo que nos lo digan con una sonrisa y no con cara de zapato?

Muchas veces deseo recordar que servir es algo hermoso, servir en su significado de ser útil a los demás (nada tiene que ver con servilismo), ser útil cada uno por lo que podemos brindar a los demás… conocimiento, ayuda, sugerencias…pero no olvidemos que el valor de nuestras acciones vale mucho o muy poco según nuestra actitud al efectuarlas (…si un cliente nos pide una información, darla con una sonrisa vale mucho, darla mostrando enojo –tal vez porque nos interrumpió o ya lo habíamos contado- genera el efecto contrario). Existen profesionales “técnicamente excelentes” que se olvidaron del valor de la amabilidad y la sonrisa. Existen otros profesionales cuyos conocimientos o experiencia es mas limitada…pero que desbordan amabilidad, actitud positiva y sonrisas…sobre ellos solemos recibir muchas mas felicitaciones que reclamos!

Como jefes ¿cómo tratamos a las personas del equipo?  Como trabajadores ¿cómo contestamos a los jefes, clientes o compañeros? ¿cuáles son nuestras formas?

Sonreír!… algo tan importante!… no siempre fácil, dado que no siempre nuestra alma sonríe… sonreír! dar los buenos días, acoger, acoger, acoger, acoger (lo repetiría cien veces!).

Pongamos nuestro granito de arena para que el mundo en que vivimos sea mas amable, nuestro esfuerzo en la empresa (y nuestra vida diaria) para que cada viajero, cada trabajador, cada persona, se sienta tratado como ser humano, que nunca falte la sonrisa!

… mirémonos al espejo, preguntemos al ser que vemos enfrente si sabe sonreír, cuestiónate sobre si eres correcto en tus formas de dirigirte a las personas que conviven contigo …si yo me miro soy consciente que en ocasiones estrés, preocupaciones, trabajo, tensiones… me han robado la sonrisa… el día que os diga algo sin la corrección debida, recordarme también esa frase que tantas veces repito de que “evita que las formas te quiten la razón”.

Y si te confundiste en las formas, si fuiste incorrecto, es hermoso saber pedir disculpas … recordando no obstante que “pide perdón, pero lucha para evitar que tus acciones te obliguen a pedirlo”.

 

Luis García – Director General Europamundo Vacaciones