“Ganas de experimentar”, es posiblemente la respuesta que más se repite al preguntar a nuestros viajeros el por qué de su pasión por viajar. Y éste es precisamente el motivo por el que nuestra compañera Luz decidió un día hacer la maleta y empezar a soñar…

Después de mi primer año en Europamundo, me decidí a hacer mi primer circuito. Quería y necesitaba experimentar de primera mano el sueño Europamundo. Así que junto con mi hermana, nos embarcamos juntas en esta aventura.

Las dos teníamos ganas de visitar Portugal, y entre dudas, finalmente nos decidimos por el circuito de 7 días, Portugal, Galicia y Norte de España.

Salimos desde Madrid un lunes bien temprano, ya iniciando nuestra andadura con Europamundo, nuestra guía Cristina y nuestro grupo de viaje, para llegar al final del día a Lisboa. Hicimos la primera parada en Cáceres, una pequeña y encantadora ciudad, con un centro histórico medieval muy bonito. Ya en Portugal, nuestra primera parada en estas tierras fue en Évora, la ciudad blanca, donde nos quedamos atónitas con su Capilla de los Huesos, tanto nosotras como el resto de compañeros de viaje. Al final de la tarde llegamos a Lisboa, donde decidimos arreglarnos y llegar al centro de la ciudad, para cenar y conocer de primera mano la vida nocturna en esta increíble urbe.

Foto: Pixpoetry

Al día siguiente, hicimos la visita panorámica de Lisboa, y llegamos hasta el conocido barrio de Belem, donde nos dejaron un ratito para degustar el famoso Pastel de Belem. Nadie del grupo pudimos resistir la tentación. Teníamos la tarde libre, pero otra fantástica guía de Europamundo, Merche, nos animó a visitar los maravillosos pueblos costeros de Sintra, Cascais y Estoril.

A nuestro regreso a Lisboa, y después de un ratito de reposo en el hotel, nos trasladamos a la famosa Plaza de los Restauradores, para tomar el Elevador Da Gloria, y dar un paseo por el bohemio Barrio Alto de Lisboa, su mirador, sus gentes, su comida, y donde se puede disfrutar también de un Espectáculo de Fado en directo. Después de cenar en este barrio, decidimos volver al hotel para descansar, había sido un largo día.

En la mañana del miércoles dejamos Lisboa para conocer el famoso Santuario de Fátima y posteriormente continuar nuestro viaje a Oporto. Llegamos a Oporto a la hora del almuerzo, para disfrutar, junto al famoso Puente Don Luis I, al lado del Río Duero, de una riquísima francesinha, plato típico de esta ciudad. Al acabar nuestro ratito del almuerzo, nos dirigimos con el resto del grupo al otro lado del puente, Vila Nova de Gaia, para deleitarnos con una cata de vino de Oporto, en unas bodegas. Para los amantes del vino, como somos nosotras, fue todo un placer poder disfrutar de estos momentos. Finalmente concluimos la tarde con la visita panorámica de la ciudad.

Foto: Rafael G. Fernandes

Continuamos el jueves con nuestro viaje hacia el norte, parando en Braga para conocer el Santuario del Bom Jesús, al que llegamos a través de un funicular. Es de esos sitios que te dejan sin palabras. Las vistas a la ciudad son increíbles. Tuvimos un ratito para echarnos algunas fotos con estas maravillosas vistas.

En nuestro camino a Santiago de Compostela, hicimos parada en Cambados para disfrutar con el resto del grupo de un paseo en barco en una ría gallega, donde nos explicaron sobre la cría de mejillones. Disfrutamos de una degustación de mejillones y un rico vino albariño. Todos los compañeros del grupo y nosotras quedamos encantados con esta experiencia. Después tuvimos algo de tiempo libre para pasear tranquilamente por el encantador pueblecito de Cambados. Parecía que estábamos en otra época, por el color de sus calles y su arquitectura.

Tras dejar Cambados, llegamos a Santiago de Compostela, donde un guía local nos esperaba para hacer la visita guiada. Si Cambados nos pareció una maravilla, no tengo palabras para describir la ciudad de Santiago. Es un punto de encuentro de peregrinos/as de todas partes del mundo. En sus calles puedes sentir y respirar un peculiar aire místico, una extraña y a su vez bonita sensación difícil de explicar. Además la Catedral de Santiago, es simplemente  impresionante y sus callejuelas la mar de curiosas.

Foto: Javier Alamo

Al día siguiente partimos hacia Lugo, donde tuvimos la oportunidad de ver su centro histórico y sus murallas. Posteriormente hicimos otra parada en una pequeña aldea en piedra, en la ruta del camino de Santiago, O’Cebreiro, donde degustamos el famoso caldo gallego en una familiar taberna, ya que la mañana fresquita en esos lares animaba a un tentempié calentito. En nuestro camino a Oviedo, también visitamos León, su catedral gótica y recorrimos sus callejuelas llenas de vida y tabernas. Finalmente llegamos a Oviedo, capital de Asturias, donde después de la visita guiada, disfrutamos por nuestra cuenta de una cata de sidra artesanal así como de algún plato típico asturiano.

La mañana del sábado continuamos nuestro viaje, con nuestro grupo y nuestra fantástica guía Cristina, hacia Covadonga, en los Picos de Europa. Se trata de un paraje espectacular, donde hay un santuario en una cueva en el interior de la montaña, y de donde mana agua. El paraje estaba cubierto de niebla, lo que le procuraba el especial encanto. Llegamos a Santillana del Mar para hacer una pequeña parada, y aprendimos las tres mentiras de este pueblecito de Cantabria, ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Cerca de Santillana del Mar vimos el Museo de las Cuevas de Altamira, y sus pinturas rupestres, y continuamos hacia la capital cántabra, Santander. Pudimos contemplar la belleza de sus playas, de su paseo marítimo y de las increíbles vistas desde los alrededores del Palacio de la Magdalena. Acabamos el día con la llegada a Bilbao.

 

Finalizando nuestro último día, tuvimos la visita guiada, comenzando por la zona del museo Guggenheim y caminando hacia el casco viejo de Bilbao, barrio con carácter medieval a orillas de la ría.

Al acabar la visita, nos hubiese gustado poder ver el museo, pero como no contábamos con mucho tiempo (ya regresábamos a nuestra ciudad, Madrid), decidimos darnos un último paseo por las callejuelas de este casco antiguo y degustar algunos de los famosos pintxos bilbaínos. Y con este buen sabor de boca, emprendimos nuestro viaje de vuelta.

 

 

 

 

Esperamos que al igual que nuestra compañera Luz hayáis disfrutado de este sueño ¿conocíais alguno de estos lugares? ¡contadnos vuestra experiencia! y si queréis seguir soñando con las fotos de los viajeros Europamundo pasaros por los siguientes enlaces: Fotos de Portugal  CLIC AQUI, Fotos de España CLIC AQUÍ.